viernes, 26 de junio de 2020

El Masaje




Era la última noche juntos, sabíamos que después de dos años de ser amantes esto ya se acabaría para siempre, nuestros encuentros siempre habían sido apasionados, sensuales, sexuales y tremendamente lascivos, porque así se aman los amantes…el hastió y las costumbres son para la pareja fija

El amante es sueño, es fantasía. Es ser otra persona…es como vestirse para carnaval

Estábamos al borde del agotamiento, llevábamos toda la noche disfrutando en innumerables posturas. En cualquier sitio, queríamos agotar todas nuestras fantasías vividas en una sola noche, la ultima

Te habías saciado de mi esencia lamiendo y succionando con avidez, con tu lengua, con tus labios, tus manos trabajando mi sexo como si lo modelaras y  mi centro  ardía, mi humedad era extrema manchando las sabanas y tú eras fuego con tu boca buscabas mi volcán


Yo por mi parte había adorado tu miembro como si de un ídolo se tratara, me había recreado haciéndolo crecer con mis manos recorriéndole en toda su extensión, después mi boca y mi lengua tomaron el mando custodiadas por mis manos y manteniéndole firme lo hice crecer para mí

Su dureza fue haciéndose extrema, cuando mis labios lo besaron y  la lengua cual serpiente lo saboreaba, recorriendo esa extensión maravillosa que se ponía erecta para mí,  hasta que mis labios ardieron no podían más

Fue una noche divina, apasionada y lasciva, me encantaba

Pero quería un broche perfecto para esa noche y  el broche era yo
Tú decías no tener nada más que darme pero quería hasta la ultima gota de ti…y la tendría era mía…

Te tumbe, te pedí que te relajaras el pacto era no tocarme, solo mirarme y sentir, concentrarte en cada punto nervioso de tu cuerpo, disfrutar de cada sensación que te iba a dar

Necesitaba un ambiente de fondo y puse nuestra melodía con la que tantas veces en nuestros encuentros furtivos nos habíamos amado



Y todo comenzó…


 (A partir de aquí si lo deseas lee con la música de fondo la intensidad de la lectura sera mayor...)






Estirado con los brazos a lo largo del cuerpo algo separados del mismo, las piernas juntas y estiradas comenzaste tu relajación
Al acercarme a ti tu mirada reflejaba duda, no sabias si volvería a subirme a horcajadas en ti, pero no sería así

Desde tus pies cual gata salvaje avance hacia a ti sin dejar de mirarte a los ojos, tu expresión cambio al mirarme no se que viste en mi….bueno lo se,  viste el último deseo, hambre de ti, eras mi último bocado

En mi avance una risa nerviosa salio de ti, mi cabello caía por mi espalda en una maraña de rizos rojizos, la observaste yo sé que tu adorabas esa melena, cuantas veces me hiciste el amor posicionadote detrás de mi, la acariciabas y tirabas de esa melena suavemente cuando llegabas al clímax

Ya casi a la altura de tu cara, la retire a un lado y sujetándola con una mano acerque mi boca a ti y te bese profundamente, sintiendo como nunca tus carnosos y sensuales labios

Y te dije

-Amor túmbate y disfruta...

A la altura de tu vientre me senté a horcajadas en ti, miraste mi sexo con deseo, la humedad volvía a él…lo sabias, lo notabas en tu piel, respiraste por la nariz la habitación olía a sexo y perfume, ese aroma de mi esencia te enloquecía era tu elixir siempre me lo decías amor

Te pedí quietud y cara a cara extendí mi melena por encima de tu cabeza en toda su longitud, te volví a besar y comencé mi masaje de cabello, te pedí sentir solo eso y eso hiciste, sentiste

Desandaría  el camino que hice hacia atrás, pero esta vez mi cabello iría cubriéndote, iría acariciando tu cuerpo desnudo en un masaje tántrico.

 Fue pasando lentamente por tu cara percibiste en tu piel su suavidad, su aroma a fresas,
Lo sentías en tu frente, en tus parpados cerrados, nariz, labios…lo besaste, la punta de tu lengua se enredo en el y mi melena siguió su camino

Pero precediendo esa carretera de pasión iba mi boca el punto de partida fueron tus labios, recorrí a la vez que mi cabello ese camino, junto con mi lengua tome tu mentón, tu barbilla, bajaba por la nuez, por el hueco de esa maravillosa clavícula que adoraba, seguí avanzando por el centro de tu torso, mi pelo me seguía borrando mi húmedo rastro, tu vello se erizo, tu cuerpo se estremecía, los puños apretados queriendo dejar a esas manos tocarme, pero no podías…era el pacto amor 

Cabello y boca seguían su recorrido mientras mis piernas precedían el camino a seguir y llegue a tus abdominales, lamiendo el dibujo de cada marca de tus músculos, pase ligeramente por tu ombligo…mis senos en ese camino a veces rozaban tu piel y al notar mis pezones erectos salían gemidos de tu boca

Ya me acercaba al centro deseado, duro y erecto, era mío…egoístamente mío

Cuando llegaba a tus caderas me indicabas con tus movimientos que lo devorara pero…no, cuando ya mi melena estaba por tu torso y sintiendo el cabello rozar tus pezones, rodee tu sexo con mis labios y seguí camino hacia tus muslos, un gemido de queja salio de tu boca, aunque se notaba placer en el deseabas que te probara que ese delicioso suplicio acabara pero por ahora solo sentirías allí mi cabello

Lamí  ingles, muslos y seguí bajando ante tu inmensa excitación y tus gemidos, pedías con la boca, pedías con tus ojos…me pedías con tu cuerpo sentir el calor del interior de mi boca en tu miembro, pero no aun no

Mi boca atrapaba, besaba, mi lengua lamía, para entonces mi pelo se enredaba suavemente en tu miembro erecto y duro como el mármol, gemiste fuerte y pediste

-Ven...Por favor…déjalo ya… no puedo mas…

Sonreí y seguí hacia abajo el sentir mi cabello en tu pene te hizo enloquecer los rizos volvieron a enredarse esta vez en el

Pero continué hasta los tobillos bajando por tus piernas y acabe en tus pies con mi boca, pero ya arrodillada en el suelo mi cabello siguió su camino acariciando hasta los dedos

Ese masaje llegaba a su fin…

Para entonces mi sexo ardía, hinchado y húmedo, pedía tu dureza y tú también pedías esa unión, ya no querías mi boca, extendiste los brazos y cogiendo mis manos tiraste de mí suavemente

Me senté a horcajadas en ti, nuestro ojos se clavaban, lo que vi en  ellos jamás lo olvidaría había amor, había pasión, lujuria y ardor

No sé qué más vi…bueno si, estaba viendo a mi AMANTE, al mejor amante que nunca tendría

Levante mis caderas suavemente, coloque en la entrada de mi sexo tu glande y al unísono en un movimiento totalmente sincronizado entraste en mi

Solo hicieron falta unas cuantas embestidas, suaves y lentas sintiendo…para que de ti saliera lo que quedaba para mi, entre gemidos iguales de grandiosos que ese clímax que nos inundó, sin dejar de mirarnos salí de ti, mire tu miembro

En el orificio de tu glande había una ultima gota, ahora si amor me la diste y era solo mía para siempre…


Ayelen





4 comentarios:

  1. Un texto precioso y sensual.
    Un abrazo, querida.

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  2. Gracia por pasarte y por tus palabras, me encanta que te haya gustado

    Un abrazo muy grande

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  3. Todo un rito casi ceremonial, de deseo y pasión que acaba en el éxtasis más elevado.
    Besos.

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  4. Me encanta que te haya gustado viniendo de una escritora que demuestra siempre tanta pasión en sus escritos

    Besos

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