martes, 30 de junio de 2020

En la escalera (Rhett y Scarlett)





Siempre quise saber lo que pudo haber pasado en esa roja y larga escalera...


Por ello quise crear una escena alternativa









Ella bajaba la silenciosa escalera le había estado esperando pero él no subía ni tan siquiera para molestarla o hacerla de rabiar por ello decidió ver dónde se encontraba. 


Aun así Rhett la escucho y dijo alzando la voz


-    Pase señora Butler


Miro hacia la puerta y la vio allí de pie con el mohín característico de enfado en su rostro pero bella como siempre, una belleza fría…


-    ¡Ven aquí! -  le dijo indicándole con la mano a modo de avance.


Fue hacia ella y haciendo una irónica  reverencia como a una reina y le indico que se sentara retirando la silla

Cogió la botella para echarle un trago, le dijo que el que él estuviera allí no era motivo para que se quedara sin echar un trago, por supuesto Scarlett negó que hubiera bajado para eso.

Por el sonido de su voz y su estado indicaba que Rhett había bebido algo más de la cuenta y estaba algo ebrio, pero aun así la conocía lo suficiente y cuando ella le dijo que había oído un ruido y por eso bajo, él no se lo creyó la contesto que no había escuchado nada que nunca hubiera bajado de saber que él estaba allí.

Sabía que ella bebía mucho y a solas y así se lo dijo, por eso no le extrañaba que le hiciera falta ese trago, le comento que no le importaba que le gustara el coñac, ella cogió el trago que le sirvió y se lo bebió de golpe haciendo un gesto extraño.

Le molestaba que la conociera tan bien y se disponía a marcharse poniendo como disculpa que estaba borracho, él le confirmo que así era y que pensaba estarlo más antes de que acabara la noche pero algo enfadado le dijo que ella no se iría a la cama


-    ¡Aun no!¡Sientate! – le dijo empujándola por un hombro y haciéndole sentar de golpe.


Scarlett sabía lo que pretendía y así fue le recrimino que aun habiendo tenido ese affaire con Ashley su mujer se había puesto de su parte, le fue describiendo lo que él pensaba que ella tenía en mente que ella era un idiota, que lo hacía por el cariño que sentía por ella y deseaba que salvara su reputación de cara a la sociedad.

Por fin mostraba algo de vergüenza, esa lucha interior que siempre sostenía de orgullo no le gustaba oírlo de nadie y menos de Rhett, y así se lo dijo pero el haciendo caso omiso lo hizo, tendría que oírle.

La recriminó su actitud, le indico que Melania la quería y aunque él no comprendía el motivo así era, ella intentando escabullirse de nuevo ponía como excusa que estaba borracho y así no le podía explicar nada, de nuevo se levantó para irse.

Pero el tono de  el cambio parecía no estar borracho, su voz sonaba dura e implacable, hasta amenazadora.


-    ¡Vuelve a sentarte inmediatamente- con su rostro tan cerca de ella que podría haberla besado con facilidad.


De nuevo en su tono irónico le comento que el que resultaba más cómico en todo esto es Ashley Wills que deseaba serle infiel y no se decidía de una vez.

De nuevo un intento de huida, de nuevo un empujón para sentarla, se colocó detrás de ella, por el rostro de Scarlett se diría que tenía algo de miedo, él le dijo que observara sus manos que podría hacerla pedazos con ellas y lo haría si con ello pudiera arrancar a Wills de su mente, pero no lo lograría

Y por un momento se le fue la cabeza y la metería miedo, ella así lo reflejaba en el rostro, le dijo que lo haría poniendo sus manos en su cabeza y así las coloco a los lados de la misma, le aplastaría el cráneo lo mismo que si fuera una nuez para que así saliera el de ella para siempre.

A pesar del miedo salió de nuevo la verdadera Scarlett, le dijo que quitara sus manos de ahí borracho insensato.

Reía divertido con su media sonrisa característica en él y le dijo que siempre admiro su valor y más ahora que estaba acorralada, ella se revolvió contra el negando estar acorralada y asustada diciéndole también que nunca lo estaría, le culpo de tener celos de algo que no podría entender nunca.

 Muy airada y orgullosa tal y como era se dio la vuelta dándole las buenas noches para irse por fin de allí pero la última palabra la quería tener Rhett , le contesto que si seguro que estaba celoso pero que sabía que nunca le había sido infiel porque conocía bien a la casta de Ashley y era un caballero.

Añadió que no como el que no lo era y que ella tampoco era un señora aunque se las diera de ello, que ambos carecían de honor, ella se revolvió de nuevo entre sus brazos las verdades dolían mucho y se alejó de él intentando mantener la compostura de la dama que no era.

Dolido por su indiferencia Rhett se volvió y fue hacia ella la giro agarrándole por la cintura y la beso con toda la intensidad que era capaz, ella le intento arañar cual gata, pero la última palabra la tendría el esta vez.


-    Me rechazaste mientras perseguías a Ashley Wilkes, mientras soñabas con el esta noche no me podrás rechazar…


La cogió en volandas como si fuera una pluma encarnada y subió en brazos con ella la larga escalera roja hacia su lecho… 








¡¡ CORTENNN!! – grite



Rhett , Scarlett un descanso debo dar algunas vueltas a esta escena tengo una idea hemos de romper moldes,  los que la época nos están imponiendo, dejadme soñar algo más…



Y lo hice…


¡¡CÁMARA Y ACCIÓN!!



Ese beso intenso y apasionado con sabor a coñac le había gustado, se sentía excitada pero no era capaz de reconocerlo, por eso cuando el la intento coger en volandas se deshizo de su abrazo cual anguila escurridiza.

Sabía perfectamente que por la corpulencia de Rhett podía alcanzarla al momento y en el fondo así lo deseaba, por eso se alejaba provocándole, deseando ver ese lado oscuro de él.

Agarrada de la lujosa barandilla, erguida y orgullosa, lentamente subía la escalera, en un momento dado se volvió hacia el retándole con la mirada y  dijo

-    Nunca seré del todo tuya…

Ese fue el detonante para él ya que sabía de su atracción por el otro, pero  también sabía que en sus brazos mientras hacían el amor ella se había estremecido, había visto en sus ojos un deseo animal que nunca podría hacerle expresar Willkes.

Él se lo había demostrado y lo haría de nuevo allí en esa escalera tan roja como la pasión que sentía por ella, que sería el único en hacerla estremecer hasta tal punto que perdería la cabeza pidiéndole más.

Avanzo  a zancadas subiendo los escalones y casi a mitad de la misma, la giro en redondo hacia él, el beso de antes no fue nada comparado con este que le dio, en este había una pasión desenfrenada y urgente..

Ella así lo aprecio y se tuvo que agarrar a la barandilla para no caerse, se sentía exhausta por el ataque repentino pero esperado de ardor por de él, pero también notaba un fuego interior crecer dentro de ella, algo que no era comparable a otras veces.

Deseaba dejarse llevar pero su orgullo quería forzar más la situación, rechazando su abrazo aunque lo deseaba con toda su alma

El apretó aún más su abrazo y no solo eso comenzó a desabrochar la bata roja de noche que llevaba, mirando ese escote entre puntillas que le invitaba a soñar sabiendo lo que se ocultaba debajo, sus dedos jugueteaban con los pequeños botones delanteros, lento bajando como a modo de escalera ansiándola , ella respiraba intensamente, su pecho subía y bajaba con cada respiración, suspirando.

Rhett no dejaba de mirarle a los ojos quería observar cada reacción, la conocía demasiado bien aunque era buena ocultando sus sentimientos en la cama con él era otra,  era una fierecilla domada.


Siguió acariciando su cuerpo por encima del terciopelo rojo fue poco a poco con su mano rodeando su cintura hasta llegar atrás y desabrocho el cinturón del vestido, que cayó al suelo sin más lo que provocó  como un resorte un suspiro que salió de lo más hondo de su ser, la miraba lujurioso y a ella le encanto.


Unas enaguas de fino encaje invitaban a que siguiera descubriendo y lo hizo, acaricio por encima de ellas sus senos, su cintura, acompañándolo con besos en el cuello, lentos, pegados a su piel la cual hacían estremecer y erizar.

Scarlett estaba asustada nunca había sentido así, se sentía mareada, borracha de deseo su intimidad reclamaba sensaciones prohibidas que la época no consentía, pero quedaría entre ellos dos ahora…¡Era su amante!

Al estrecharla entre sus brazos de tal modo que no la dejaba respirar, ella notaba como el miembro crecía, se endurecía y ella sabía que era la causa, los ojos de él brillaban, desprendían fuego y ella deseaba ser quemada hasta sus entrañas.

Sin saber cómo  las enaguas volaron de su cuerpo apenas se dio cuenta de cómo fue el fuego en ese instante la arrasaba de una manera sin igual

 Una maraña de terciopelo rojo y seda  yacía a modo de lecho en los escalones, Scarlett estaba a su disposición deseaba que en ese momento la poseyera como nunca pero ahora era Rhett el que deseaba jugar,

Y la giro apoyándola contra la balaustrada, tuvo que agarrase en las volutas y hojas de relieve de la madera, se pegó a ella rozando sus nalgas con su ya excitado miembro, sentir esa dureza en su trasero hizo que su sexo se humedeciera al instante, sin duda estaba preparando su entrada para él.

Coló su mano en el escote de la ropa que le quedaba puesta y acaricio sus senos, sueltos sin el corset molesto, libres con pezones endurecidos ante sus caricias, masajeo, toco, jugo con sus aureolas rosadas.

Los gemidos fluían de su boca avergonzándola, pero rindiéndose ante la pasión y el deseo sin más, deseaba  sensaciones, caricias, besos y los quería ya.

Bajo los tirantes dejando al descubierto su desnudez, su ropa interior cayo, dejando ver un cuerpo bello de piel suave, la que el adoraba y la acaricio de arriba abajo, cuello, senos , cintura, vientre….sexo, un húmedo sexo del que fluía con delicadeza su esencia invitando  a más y así lo hizo, acaricio su pubis y con las yemas de los dedos recorrió la línea de su sexo jugando con los labios vaginales, recorriendo cada recoveco y buscando la entrada de ese fluir apasionado.

Scarlett ya no era dueña de sí misma, cuando el introdujo su dedo creyó enloquecer de lujuria, nunca había sido así con ella, sabía que era ardiente y respetuoso pero ahora estaba abriendo una puerta nueva de sensaciones.

Se giró hacia el sin ser dueña de ella misma, su mirada era de otra mujer mucho más erótica y ello sorprendió a Rhett sin mediar palabra y comenzó acariciarle de una forma diferente totalmente desnuda ante el de cuerpo y alma, apreciaba cada musculo debajo de esa camisa blanca y la desabrocho, también bajo su mano hacia la dureza de su pantalón y acaricio  con su agarre intenso seguía la longitud de su pene endureciéndole más aún.

El respiraba agitado de placer mientras Scarlett desabrochaba su pantalón dejándolo caer hacia los tobillos, con agilidad se los quito junto con el calzado, ambos desnudos como nunca lo habían estado bajo la tenue luz de la escalera roja, ansiando sensaciones, besos, caricias y lujuria.

Esta vez fue ella quien se giró pegada y agarrada a la balaustrada de madera y le ofreció su entrada desde atrás,  la cual Rhett no dudo en penetrar hasta el fondo haciendo salir gemidos de placer de los labios de ella, era lento y profundo ansiando más, pareció una eternidad de placer la cual no querían ninguno de los dos que tuviera final, pero solo era el comienzo de esa noche y de muchas más.


Entre gemidos de éxtasis, fluidos, pasión, lujuria y deseo en una época de prohibiciones y ética, hoy habían roto el molde y eso cambiaría sus vidas para siempre. 






Ayelen





viernes, 26 de junio de 2020

El Masaje




Era la última noche juntos, sabíamos que después de dos años de ser amantes esto ya se acabaría para siempre, nuestros encuentros siempre habían sido apasionados, sensuales, sexuales y tremendamente lascivos, porque así se aman los amantes…el hastió y las costumbres son para la pareja fija

El amante es sueño, es fantasía. Es ser otra persona…es como vestirse para carnaval

Estábamos al borde del agotamiento, llevábamos toda la noche disfrutando en innumerables posturas. En cualquier sitio, queríamos agotar todas nuestras fantasías vividas en una sola noche, la ultima

Te habías saciado de mi esencia lamiendo y succionando con avidez, con tu lengua, con tus labios, tus manos trabajando mi sexo como si lo modelaras y  mi centro  ardía, mi humedad era extrema manchando las sabanas y tú eras fuego con tu boca buscabas mi volcán


Yo por mi parte había adorado tu miembro como si de un ídolo se tratara, me había recreado haciéndolo crecer con mis manos recorriéndole en toda su extensión, después mi boca y mi lengua tomaron el mando custodiadas por mis manos y manteniéndole firme lo hice crecer para mí

Su dureza fue haciéndose extrema, cuando mis labios lo besaron y  la lengua cual serpiente lo saboreaba, recorriendo esa extensión maravillosa que se ponía erecta para mí,  hasta que mis labios ardieron no podían más

Fue una noche divina, apasionada y lasciva, me encantaba

Pero quería un broche perfecto para esa noche y  el broche era yo
Tú decías no tener nada más que darme pero quería hasta la ultima gota de ti…y la tendría era mía…

Te tumbe, te pedí que te relajaras el pacto era no tocarme, solo mirarme y sentir, concentrarte en cada punto nervioso de tu cuerpo, disfrutar de cada sensación que te iba a dar

Necesitaba un ambiente de fondo y puse nuestra melodía con la que tantas veces en nuestros encuentros furtivos nos habíamos amado



Y todo comenzó…


 (A partir de aquí si lo deseas lee con la música de fondo la intensidad de la lectura sera mayor...)






Estirado con los brazos a lo largo del cuerpo algo separados del mismo, las piernas juntas y estiradas comenzaste tu relajación
Al acercarme a ti tu mirada reflejaba duda, no sabias si volvería a subirme a horcajadas en ti, pero no sería así

Desde tus pies cual gata salvaje avance hacia a ti sin dejar de mirarte a los ojos, tu expresión cambio al mirarme no se que viste en mi….bueno lo se,  viste el último deseo, hambre de ti, eras mi último bocado

En mi avance una risa nerviosa salio de ti, mi cabello caía por mi espalda en una maraña de rizos rojizos, la observaste yo sé que tu adorabas esa melena, cuantas veces me hiciste el amor posicionadote detrás de mi, la acariciabas y tirabas de esa melena suavemente cuando llegabas al clímax

Ya casi a la altura de tu cara, la retire a un lado y sujetándola con una mano acerque mi boca a ti y te bese profundamente, sintiendo como nunca tus carnosos y sensuales labios

Y te dije

-Amor túmbate y disfruta...

A la altura de tu vientre me senté a horcajadas en ti, miraste mi sexo con deseo, la humedad volvía a él…lo sabias, lo notabas en tu piel, respiraste por la nariz la habitación olía a sexo y perfume, ese aroma de mi esencia te enloquecía era tu elixir siempre me lo decías amor

Te pedí quietud y cara a cara extendí mi melena por encima de tu cabeza en toda su longitud, te volví a besar y comencé mi masaje de cabello, te pedí sentir solo eso y eso hiciste, sentiste

Desandaría  el camino que hice hacia atrás, pero esta vez mi cabello iría cubriéndote, iría acariciando tu cuerpo desnudo en un masaje tántrico.

 Fue pasando lentamente por tu cara percibiste en tu piel su suavidad, su aroma a fresas,
Lo sentías en tu frente, en tus parpados cerrados, nariz, labios…lo besaste, la punta de tu lengua se enredo en el y mi melena siguió su camino

Pero precediendo esa carretera de pasión iba mi boca el punto de partida fueron tus labios, recorrí a la vez que mi cabello ese camino, junto con mi lengua tome tu mentón, tu barbilla, bajaba por la nuez, por el hueco de esa maravillosa clavícula que adoraba, seguí avanzando por el centro de tu torso, mi pelo me seguía borrando mi húmedo rastro, tu vello se erizo, tu cuerpo se estremecía, los puños apretados queriendo dejar a esas manos tocarme, pero no podías…era el pacto amor 

Cabello y boca seguían su recorrido mientras mis piernas precedían el camino a seguir y llegue a tus abdominales, lamiendo el dibujo de cada marca de tus músculos, pase ligeramente por tu ombligo…mis senos en ese camino a veces rozaban tu piel y al notar mis pezones erectos salían gemidos de tu boca

Ya me acercaba al centro deseado, duro y erecto, era mío…egoístamente mío

Cuando llegaba a tus caderas me indicabas con tus movimientos que lo devorara pero…no, cuando ya mi melena estaba por tu torso y sintiendo el cabello rozar tus pezones, rodee tu sexo con mis labios y seguí camino hacia tus muslos, un gemido de queja salio de tu boca, aunque se notaba placer en el deseabas que te probara que ese delicioso suplicio acabara pero por ahora solo sentirías allí mi cabello

Lamí  ingles, muslos y seguí bajando ante tu inmensa excitación y tus gemidos, pedías con la boca, pedías con tus ojos…me pedías con tu cuerpo sentir el calor del interior de mi boca en tu miembro, pero no aun no

Mi boca atrapaba, besaba, mi lengua lamía, para entonces mi pelo se enredaba suavemente en tu miembro erecto y duro como el mármol, gemiste fuerte y pediste

-Ven...Por favor…déjalo ya… no puedo mas…

Sonreí y seguí hacia abajo el sentir mi cabello en tu pene te hizo enloquecer los rizos volvieron a enredarse esta vez en el

Pero continué hasta los tobillos bajando por tus piernas y acabe en tus pies con mi boca, pero ya arrodillada en el suelo mi cabello siguió su camino acariciando hasta los dedos

Ese masaje llegaba a su fin…

Para entonces mi sexo ardía, hinchado y húmedo, pedía tu dureza y tú también pedías esa unión, ya no querías mi boca, extendiste los brazos y cogiendo mis manos tiraste de mí suavemente

Me senté a horcajadas en ti, nuestro ojos se clavaban, lo que vi en  ellos jamás lo olvidaría había amor, había pasión, lujuria y ardor

No sé qué más vi…bueno si, estaba viendo a mi AMANTE, al mejor amante que nunca tendría

Levante mis caderas suavemente, coloque en la entrada de mi sexo tu glande y al unísono en un movimiento totalmente sincronizado entraste en mi

Solo hicieron falta unas cuantas embestidas, suaves y lentas sintiendo…para que de ti saliera lo que quedaba para mi, entre gemidos iguales de grandiosos que ese clímax que nos inundó, sin dejar de mirarnos salí de ti, mire tu miembro

En el orificio de tu glande había una ultima gota, ahora si amor me la diste y era solo mía para siempre…


Ayelen





martes, 23 de junio de 2020

Tan solo una mujer

Adoro a Marilyn Monroe es mi diva

Y un día quise meterme en su piel por un momento fui ella , sentí como ella, quise ser ella y así lo expreso




TAN SOLO UNA MUJER


Hace apenas unas horas cante para todos ellos al menos eso es lo que creían, pero mi corazón solo era para una persona entre esa multitud y esa persona eras tú.

Aquí te estoy esperando en la oscuridad de una habitación de hotel como siempre, huyendo de todo de la gente, de las luces, del mundo, deseando poder formar el nuestro  solo tú y yo…
No puedo evitar hacer un repaso de mi vida ha pasado tan deprisa, un comenzar lento y pausado, creando una persona que a cada paso que daba era menos yo, cada instante que pasaba se iba perdiendo la verdadera mujer que era desde un comienzo.

Cada día ganando fuerza como actriz, como cantante, pero era un escaparate nada más, me deje arrastrar por el lujo, las fiestas, que maravilloso era al principio el escalar de esa forma, como te lleva todo como un torrente sin más.
Subes como la espuma con ayuda o sin ella, pero subes y todo lo que te rodea te adora, te valora, te quiere seducir.

Y cuando estas arriba en la cumbre te miras al espejo y no te reconoces ¿Dónde está la ilusión? ¿Y las ganas de luchar?... las ganas de buscar algo más.

Haces recuento y han pasado por tu vida tantas personas que querían ser algo y no fueron nada y te preguntas si tú querías que alguna de ellas fuera algo más de lo que fue y la respuesta es no, porque pienso en ti y ahora lo sé solo te esperaba a ti…

Porque el amor quiso aparecer en mi vida muchas veces, quiso hacerme sentir de verdad, tres matrimonios fallidos me dice que algo me faltaba, era muy bonito ser protagonista de alguna película, revista, de los noticiarios pero después al poco de estar en ellos un vacío me llenaba, siempre vacío intentando llenarlo con muchas cosas que me perjudicaban.

Y luchas con uñas y dientes deseando mantenerte ahí, siendo la primera, la diva y van sucediéndote situaciones, van pasando personas por tu vida y te dejas llevar mas y mas.

Me estremezco y siento frío, este vestido fino que apenas cubre mi cuerpo el cual pegado a  mí como una segunda piel me ha dejado helada.

De pie junto a la ventana retiro la cortina y miro las luces de la ciudad mientras te espero, esas luces que siempre me siguen por donde voy, que siempre me acosan, las cuales hacen que siempre tenga que tener mi preciosa sonrisa de labios rojos dispuesta para mi público.

Pero al pensar en mis labios me viene  a la mente otras sensaciones, las que tú provocas en mí y cierro los ojos, solo deseo esperarte y pensar en ti, una música de fondo suena y me dejo llevar


(A partir de aquí si lo deseas lee con la música de fondo la intensidad de la lectura sera mayor...)






Me abrazo a mi misma buscando refugio, el que tú siempre me das.

El que me merezco, el que…solo encontré junto a ti en cada lugar que escondía nuestro romance y nuestra pasión.

Subo mi mano hacia mis labios y los acaricio suavemente con las yemas de mis dedos sintiendo tus besos ardientes, siento en mi boca las mismas sensaciones que cuando tu lengua busca la mía jugando adentrarte un poco más en mi, mas aun de lo que ya lo estas.

Y recorro mi cuello y su longitud lentamente imaginando tus manos acariciándome, me encanta sentirlas dibujando cada centímetro de piel es excitante, siempre siguen su camino hacia mis senos los cuales buscas siempre con ardor y ansiedad, pero otras eres tan sensible, los tratas como si fueran joyas delicadas, tus joyas

Y según me siento más tuya mi excitación fluye sola de una manera especial y diferente a todo lo que sentí.

Mis manos que ahora son las tuyas, retiran un tirante y el otro,  después bajan la cremallera del vestido y el mismo cae hacia mis pies.

Mis senos turgentes esperan más caricias, mis pezones  erguidos reaccionan ante mis dedos que son los tuyos y siento….te siento

Algo mas en mi está reaccionando, noto mi sexo preparándose poco a poco para recibirte, se que te encantaría verme en estos instantes imaginando, como preludio de lo que acontecerá en apenas una hora.

Voy a dejarme llevar porque aunque no estés aquí, siempre te llevo dentro de mí y me voy desnudando completamente como lo harías tu, mi fina piel se estremece de nuevo, se cuanto te gusta, tan suave, tan pálida, tan dispuesta siempre a tus toques y besos

Mi ropa interior también cae al suelo y me descalzo sentándome al borde de la cama para retirar de mis piernas las finas medias de seda, una, otra y ahora ya estoy lista para tu llegada.

Me tumbo en la cama sobre las sabanas de raso color marfil, su suavidad son caricias frías al principio pero la calidez de la pasión las inundara para convertirlas en testigos de un torrente de sentimientos.

Juego a enredarme con ellas y mis manos buscan, recorren, acarician mi cuerpo buscando recovecos ocultos, zonas que me hacen vibrar, esas que tú conoces tan bien y que cuando las acaricias mi cuerpo es electricidad pura.

La excitación es máxima en mi….hasta el punto que hablo en alto


-              ¡Ven! … ¡Te necesito!… ¡No tardes más!


Las palabras cesan mientras los gemidos pugnan por salir como expresión de lo que estoy viviendo solamente pensando en ti.

Desnuda frente a las luces de neón y en la oscuridad, me siento más yo que nunca, solo soy una mujer sin más, esperando ser amada de verdad una vez más.

De repente unos pasos a lo lejos, sé que no son los tuyos son más firmes y tensos, cuando ya cerca de la puerta de la habitación se paran apenas unos segundos

Respiro… después escucho los tuyos y mi  cuerpo tiembla como siempre ocurre, me muerdo los labios rojos, mis ojos se abren con expectación, siempre temo que me digan que tú no vendrás, siempre temo que ella te obligue a no venir.

Pero cuando se abre la puerta y te veo todo se calma, todo ha pasado, los miedos han desaparecido, solo sé que me esperan sensaciones que me harán sentir cada segundo que pase a tu lado.

Y  como si fuera el último día de mi vida disfrutare de ti y tú de mí.

Te acercas, me observas desnuda y sonríes, tu mirada se transforma en deseo, pero al segundo veo algo más… veo amor.

Solo un saludo y nuestro mundo se cerrara en torno a nosotros sin nadie más alrededor.

-              ¡Feliz cumpleaños Sr Presidente! – le dije

-              ¡Buenas noches Norma!


Y en ese momento solo soy yo, la que siempre quise ser para el sencillamente Norma Jeane, tan solo la mujer...





Ayelen







viernes, 19 de junio de 2020

El Probador - 2ºParte





Esa tarde vi aparecer a un chico de la floristería de abajo con un ramo de rosas blancas se dirigió a mí y me lo entrego sin más con tan solo una tarjeta que decía

“Vale…tu ganas….H”

Mire al frente del escaparate y allí estaba a diez metros de mi, separado por las escaleras mecánicas del centro comercial, me lanzo un beso y se fue hacia el parking supongo

Esa si era buena el súper atrevido y lascivo cliente era también un tierno y romántico hombre

Con este detalle ya me tuvo de los nervios toda la semana, pero no apareció era parte de su juego sin duda, jugaríamos ambos eso seguro

Ese día al levantarme me decante por un pantalón y con un top ajustado  ambos rojos pasión y una camisa blanca con diminutas florecitas en rojo también, hecha a medida en la tienda, la melena suelta y rizada, contrastaba con el blanco inmaculado

Apareció esa mañana como siempre de la nada, yo estaba colocando el muestrario de espaldas a la puerta de entrada, cuando note su aliento en mi cuello, mi reacción fue casi de darle en la cara un bofetón, al volverme me cogió la mano y de nuevo sonriendo me la beso


-¡Hola! He vueltooo…- dijo en tono cómico

Yo tuve que sonreír aunque le costaría lo que quería….

-Bien, tengo sus camisas y su traje nuevo llegara en breve - le respondí con seriedad

-No deseo mi traje, te  deseo a ti…lo sabes - dijo acercándose demasiado, casi encima de mi

En ese momento salvada por la campana en forma de clienta pude liberarme de su sugerente acoso que tanto me empezaba a incomodar como al igual que a gustar

Me dirigí hacia ella y la atendí, Hugo mientras rondaba cual abeja por la tienda en busca de su miel que era yo  seguía recorriéndome y comiéndome con la mirada

Fui al almacén que está en el mismo pasillo de los probadores a por las camisas de la clienta y al momento note que estaba allí, casi pegado a mi espalda, rozándose

No se porque el sentirle así me excito muchísimo agarro mi cintura con una mano y retirándome la melena hacia un lado beso mi cuello

Mi excitación aumentaba al notar en mis nalgas la erección de su pantalón y saber que de un momento a otro podía acercarse por el pasillo la clienta al ver mi tardanza me creo una excitación morbosa  por el peligro de poder ser descubiertos

Comenzó a frotarse en  mis nalgas, para que le sintiera mejor, el almacén era muy pequeño apenas un zulo, empecé a sudar y a respirar agitada, pero recuperando la cordura le empuje con el paquete que llevaba en las manos, abriéndome paso a la puerta y dejándole allí

Me aleje con las camisas de la clienta  la seguí atendiendo y se las metí en una bolsa que le  entregue, la mujer se percató de mis calores y me pregunto si estaba bien

La asegure que si engañándome a mí misma ya que la excitación estaba muy dentro de mi deseando aflorar

Las pago y se marchó y detrás de ella fue él, cerró la puerta de la tienda colgando el cartel de “Vuelvo en breve salí a comer”

Verle venir hacia a mi de nuevo me puso nerviosa, le temía pero le deseaba a la vez aun su erección era prominente solo oculta por la chaqueta de su traje

Paso de largo a mi lado y solo diciéndome

En el hilo de musical del local comenzó a sonar una melodía...






(A partir de aquí si lo deseas lee con la música de fondo la intensidad de la lectura sera mayor...)










-Señorita por favor  sígame…- con una sonrisa deliciosamente picara, pero una intensidad en su mirada que hacía que temblara



Me ofreció su mano, yo la agarre y como en trance le seguí parecía idiotizada, me resultaba morboso y tierno a la vez pero esto solo era un juego o…no

-          Guauu esta melodía…



 Y me llevo al  probador en el que vivimos sensaciones pasadas…


Se acerco y me beso como aquel día solo que esta vez fue más tierno e intenso si cabe, me morreo deleitándose pero su lengua busco la mía para enredarse en un baile sin igual, recorría el interior  de mi boca sin dejar un centímetro por explorar, me estaba encendiendo por momentos

Ya sus manos actuaron  mientras me besaba así, acariciaba mi cintura subiendo por los laterales con ambas manos hacia mis senos y acariciando por encima de mi ropa el lateral de los mismos casi gimió al sentirlos turgentes e hinchados

Paro un segundo de besarme y me miro intensamente clavándome esos ojos azules y se relamió, desabrocho mi camisa despacio deleitándose en ello sin dejar de mirarme, mi respiración se agitaba aún más y  se aceleraba con cada botón que desabrochaba

El calor en aquel pequeño habitáculo era intenso y húmedo, me libero de mi camisa y agarro ambos pechos modelándoles, levanto mi top rojo sacándolo por la cabeza, buscaba mis senos los cuales estaban libres sin sujetador, el verlos así casi le volvió loco

Llevo su boca a ellos y los lamió con desesperación, esa urgencia me hizo gemir, beso, lamió y los mordisqueo, mi humedad en ese momento era notoria al menos para mi la sentí en mi tanga, temí manchar el pantalón rojo de ella, sentí morbo en cada caricia que me daba

Su respiración entrecortada y su mirada mientras hacia todo esto se me clavaba más que cualquier dura penetración

Bajo a mis caderas desabrocho el pantalón y yo  le pare las manos, era mi juego quería escuchárselo decir

-¿Qué quieres?
-Lo sabes- dijo
-Pídemelo veo que solo tomas, nunca pides ¡Pídemelo!
-Joder - soltó casi enfadado
-Y…
-Quiero poseerte, te deseo - casi le costo pedirlo- quiero tu sexo dámelo por favor, lo quiero en mi boca dámelo cielo

-Si…tómalo - gemí

Y claro que lo hizo, me bajo la cremallera del pantalón de tal manera que pensé que me la rompía, casi forzándola a tope
Tuve que acabar de sacarlo yo con mis pies retirándolo a un lado, él ya no atinaba y con mucha dificultad al no dejar de ser tocada por sus manos ya que no dejaban de acariciar mis nalgas y mi sexo por encima del tanga
Muy excitado y con voz entrecortaba me pidió

-Cielo te regalare otro, te regalare cien si quieres, pero déjame romperlo no tengo paciencia para esperar estoy ardiendo

Quería romperlo, estaba como loco pero yo también lo estaba ya porque le deje hacerlo afirmando con la cabeza, ese momento de posesión me hizo gemir, lo rasgo casi a la mitad, con mi sexo al descubierto comenzó acariciarlo con la mano, los dedos se colaban empapándose de mi esencia, los lamía, decía que adoraba la cantidad de humedad que allí encontraba al tocarme

Solo en ese probador se escuchaban nuestras respiraciones, gemidos y el chapoteo de sus dedos en mi húmedo sexo

Como no sabia si algo así nos volvería a pasar yo ya estaba dispuesta a dejarme llevar por este momento morboso y excepcional y quise verle en igualdad de condiciones, le desabroche la camisa, observe su increíble torso con ese vello tan varonil que me encantaba

Le acaricie quitándole la camisa por los hombros, muy nerviosa porque sus dedos seguían colándose en mi, como no quería que los sacara le desabroche el pantalón como pude, le cayo hacia los tobillos y Hugo lo saco por sus pies retirándolo con los míos a un lado arrugado, su erección era inmensa en su bóxer negro, me encantaba verle así tan deseoso por mi, su cuerpo, su tez morena, era un hombre tremendamente atractivo y ahora muy sensual

Pedí que se lo quitara, su pene salio disparado completamente erecto en una perfecta línea horizontal, no muy largo pero de un grosor maravilloso, lo cual me excito si cabe mas, era una locura de posesión,  nuestros rostros perlados, su torso, mis senos con pequeñas gotas que el lamía quería todos mis jugos

En la banqueta del probador me apoyo un pie, mientras le masajeaba el pene con mi mano, el cual estaba húmedo y con mis yemas de los dedos desde el glande repartía esa humedad por toda su longitud, en un masaje erótico me devoraba con los ojos, con la boca solo faltaban sus labios…

Yo así apoyada en el frió espejo, en un rincón del probador, él se arrodillo colocando su boca debajo de mi sexo y desde allí me dijo

-Desde el primer día que te vi al pasar por la tienda te desee, pero el día que me tomaste medida y en cuclillas vi tu escote y ese pantalón negro que marcaba algo suave  los labios de tu sexo, lo desee en mi boca, para devorártelo cielo como lo haré ahora

-¡Hazlo ya…!¡Ahora!- le dije sin mas

Pero su boca ya estaba allí, mi pie apoyado en el taburete dejaba mucho hueco a su boca para que se deleitara bien en mi sexo, comenzó a lamerme separando con sus dedos mis labios vaginales, besando y lamiendo el rosado interior, mi clítoris lo encontró y no solo eso, encontró ese mágico botón del orgasmo, lo toco, lo lamió y mordisqueo

Mientras mi humedad le llenaba los labios y la lengua la cual parecía bífida en mi sexo, yo gemía alto ya me daba igual, la situación era morbosa y lasciva me deje llevar yo quería ser igual, no se cuanto tiempo estuvimos así solo se que me derrame en su boca él se pasó la lengua por los labios, relamiéndose, pero quería más y yo entre en convulsiones vaginales se lo quería dar

Entonces esta vez fui yo quien le pidió que me penetrara


-          Penétrame ya – le susurre en el oido


No sé en qué momento mágicamente se colocó un preservativo,  él estaba tan excitado  que casi no podía aguantar mas y poniéndose de pie me  apoyo en el cristal que casi creí romper, verle reflejado en el espejo de enfrente sus perfectas nalgas y su posición para empezar a penetrarme me volvió a excitar de nuevo, ese morbo de la imagen

Jugo con su glande en mi entrada húmeda aun y penetrando con ritmo profundamente yo llegue de nuevo al orgasmo y notando mis gemidos no pudo aguantar más y me acompaño con  el suyo propio


Fue intenso, morboso hasta la saciedad, muy lascivo…fue…

Me miro con esa mirada de color increíblemente, me lamió los labios y me dijo solo esto

-Habrá mas…te pediré más cada día que tú quieras y tú también me pedirás a mi


Y solo decir que fue el primer día de muchos más, fueron más intensos que esa situación casi primaria pero también con mucha ternura

El juego entre nosotros siguió mucho tiempo…y ese probador volvió a ser protagonista alguna vez más...

Pero eso…otro día os lo contare…



Ayelen

martes, 16 de junio de 2020

El Probador - 1ºParte





                     
Llevaba casi seis meses en la sastrería trabajando de encargada, se hacían trajes y camisas a medida carísimos, pero bueno era una zona muy pija con lo cual no importaba, se trabajaba bien.
Como siempre abrí la tienda, la mañana transcurrió tranquila, un par de clientes uno antiguo, alguno nuevo y él…

En cuanto le vi observe que tenía clase, bien cuidado, casi en la cuarentena aunque no lo aparentaba para nada, algo de canas en las sienes, engominado, ojos azules increíbles, labios…bueno casi no me fije en ellos, tenía porte y clase a raudales, eso era visible desde lejos.

Me pidió ver el muestrario de telas y se lo di,  yo me fui a seguir con mis pedidos eso si antes ofreciéndole mi ayuda.

Ese día yo llevaba un pantalón negro entallado en las caderas y recto de pierna que me quedaba como un guante y una camisa rosa con mis iniciales bordadas hecha a medida en la tienda por fuera del pantalón y unos botines negros de puntera de los cuales solo se aprecia la misma y el fino tacón alto.

De reojo vi que me observaba un par de veces, cruzamos la mirada y sonreímos algo cortados, no pudiendo aguantar ya más me acerque ofreciéndole mi ayuda, algo cortante me tendió una muestra de príncipe de Gales y una popelina azul claro para que le encargara un traje clásico y una camisa.

Le indique el probador para tomarle medidas y se las tome de camisa primero, hombros, espalda…una espalda por cierto estupenda ancha y bien formada. Torso fuerte y musculoso, brazos bíceps y tríceps en su punto, muñecas anchas y fuertes,  eso solo era por arriba.

Mientras le tomaba la medida del cuello en el cual tengo que quedar frente a su cara, aunque muy profesional y separada la distancia correcta para no invadir su espacio, nuestras miradas se encontraron, note su recorrido en apenas tres minutos, miro mi pelo, mis ojos, clavándome los suyos azules, después siguió a mis labios, ese día rosados y brillantes por mi glosse,  allí se demoró algo más e instintivamente se relamió dándose cuenta de mi rubor al observarle aparto la mirada.

Y llegaron las medidas del pantalón a tomar que son las más comprometidas, cintura, cadera, largo de pierna y como no,  tiro y entrepierna.

Está en concreto se coloca un metro de madera recto desde su sexo hacia el largo de pierna apoyándole allí…

Cuando me vio dispuesta a tomarle esa medida se ruborizo a pesar de la tremenda seriedad y profesionalidad de mi gesto casi lejano, que solía utilizar en esos momentos evitando incomodar al cliente e incomodarme yo misma.

Y ante mi sorpresa casi de un manotazo retiro el metro diciéndome que no tenía tiempo que volvería después de comer, casi se alejó como una tromba, no sin antes percatarme del bulto en su pantalón, si bien me había pasado ya varias veces, no sé porque esa vez me estremecí y allí me quede con el metro en la mano en cuclillas y cara de boba.

Estuve incomoda el resto de la mañana esperándole y como no llegaba  cerré la tienda y me fui a comer, cuando pensé que no volvería al regresar a la tienda después de la comida allí le vi , nervioso dando paseos ante la puerta, le salude, me saludo serio pero clavándome una mirada de arriba a abajo que me sentí desnuda ante él.

Mientras abría la puerta note su mirada recorriéndome la retaguardia con avidez ¿Me incomodaba o me gustaba? no sabría qué decir.

A pesar de estar ubicada la tienda en un centro comercial he de confesar que me sentí sola con él en ese momento.

Entramos y se fue directo al probador sin darme tiempo casi a dejar el bolso, le seguí en su loca carrera y cogí el metro de madera mi mirada era impenetrable e inexpresiva para evitar de nuevo otra confusión

Aunque sí que no podía dejar de apreciar de nuevo el bulto ahora algo mas prominente que la primera vez que crecía debajo de su pantalón, ahora la que carraspee fui yo,  me puse de pie y le hice otra de las preguntas que más me incomodaban al tomar esas medidas pero imprescindible para la confección de un pantalón a medida…

-Disculpe… ¿De qué lado carga usted?...

El hombre abrió los ojos como platos y la erección pareció bajarse isofacto,
no pude por menos que desplegar una de mis maravillosas sonrisas de tranquilidad y explicarle el motivo de mi pregunta, que era necesario saber eso para que la capacidad de tiro fuera de su mayor comodidad en su nueva prenda

Pasado el flash me sonrió enseñándome una dentadura de anuncio de dentífrico que por poco hace que me tiemblen las piernas, protegida por unos labios carnosos en los cuales me fije por primera vez


Reímos y saliendo de ese comprometido momento y del probador tome nota de su pedido.
Le explique que la camisa tardaría menos, pero que el traje se hacía lejos y llegaría  de 20 a 30 días y no le importo, presentía  que ese hombre tendría un vestidor de espanto de grande y ese traje solo era un capricho más

Me pago la mitad del pedido en efectivo dejando ver algo tan ostentoso como un fajo de billetes sujeto por una pinza de las que se utilizan para ese uso

Y casi asombrado saco un reloj de cadena del bolsillo pequeño de su pantalón para exclamar que era tardísimo que se iba, me recordó al conejo de Alicia en el País de las Maravillas jijiji

Dijo adiós…y se iba por la puerta cuando se volvió de repente y me dijo

-Volveré en breve….

Yo estaba clavada en el suelo, me pesaban los pies como si tuviera plomo y solo una nueva clienta que entro me hizo reaccionar.

La verdad es que paso como una semana y yo cuando creí olvidado al cliente ante tanta avalancha de trabajo se presento

Yo estaba mirando un pedido en la pantalla del ordenador y al levantar la mirada allí estaba él, tan ensimismada estaba que ni le escuche entrar y sin duda la moqueta del suelo ayudo.

Al levantarla me encontré con unos ojazos azules de mirada penetrante pero esta vez algo divertida ¿Por qué?

 Me di cuenta algo tarde que en mi afán por comerme la pantalla del ordenador, se me habían desabrochado un par de botones de la camisa y se me veía mi sujetador y canalillo, me tape y entonces él soltó una carcajada que no entendí pero me uní a él  ¡Dios! era guapo y divertido ¿Quién da más?

Cambiando el tema le comente que la camisa ya estaba, dijo que no venía a por ella que venía a encargar más (aun sin saber cómo le quedaban) y a invitarme a un café por haberse comportado como un crío la última vez con lo del probador

Me quede de piedra así directo y de golpe el trato de vendedora y cliente fuera de un plumazo, me disculpé y le comente que no podía abandonar la tienda ni tomar café con él (entre otras cosas porque no me gusta el café) le dije que no solía tomarlo

Se puso serio y dijo

-Bien volveré después -  y se fue dejándome de nuevo muerta

Cuando a los diez minutos le veo llegar con una coca cola y un café y me dice

-Como Mahoma no va  a la montaña…aquí viene la montaña en forma de hombre con una coca cola

No pude más que sonreír y me dijo que tenía una sonrisa preciosa, yo salí disparada a por su camisa, le tendí antes el muestrario de telas para elegir y con un vuelco que me moría fui a por la suya, pidió probársela la desenvolví y se la di se dirigió al probador

Yo intentaba enfrascarme en lo mío y me tome la coca cola de golpe, este hombre me confundía deliciosamente.

Al rato me llamo al probador, no quería ni ir y cuando entre supe porque, su torso fuerte de piel morena (de rayos uva seguro) y ese vello que dejaba ver la camisa abierta me dio algo el observarle así y él se dio cuenta, me moría de vergüenza sonrió pícaro y divertido, se lo estaba pasando en grande a mi costa el cabronazo

Me indico que veía un fallo en un ojal, yo tonta de mi me acerque a verlo revisando el mismo y él aprovecho  me cogió de la mano  se la llevo a los labios y la beso

Me dijo que la tenía suave y la acaricio, retirándola me disponía a irme cuando me agarro por un brazo me giro hacia él y me beso con intensidad

¡Que beso!…me morreo en unos segundos casi comiéndome, sentí que me mareaba y me deshice de su agarre con mucha fuerza de voluntad,  entre cabreo y confusión salí del probador

Si quería jugar a la provocación seriamos dos a jugar pero me jure que mi  juego seria algo más siniestro

Cuando salió del probador como si nada yo ya estaba en el mostrador delante del pc,  sin mirarle tan siquiera le cobre, me dio las muestras de telas elegidas para las próximas camisas y me dijo

-¿Te has enfadado?
-¿Un poco atrevido no?- Le conteste clavándole la mirada
-Me encantas, mucho…
-Muy bien, muy amable, ya sabe el plazo de entrega, recójalas cuando desee - le dije lo mas fría que pude
-Te bese y no será la última vez- me dijo y me estremecí
-Lo dudo y usted deberá dudarlo también
-Lo haré y te gustara porque tú me gustas mucho te lo he dicho -me contesto tan tranquilo
-¡Jamás!- le conteste clavándole la mirada
-Esa boca será mía  y esos ojos me miraran con deseo
-Le gusta mucho jugar y los retos por lo que veo
-Si y te acabas de convertir en uno muy especial

Cabreada le respondí

-¿Le gusta jugar?
- Mucho…mmm- respondido
-Juguemos pues- le rete y se fue.

Me quede muerta nada más que salió por la puerta me tuve que sentar ese hombre arrasaba con su seguridad, pero dio con la horma de su zapato si quería juego, lo tendría

A los minutos llamaron por teléfono y respondí era él, solo dijo

-Te besare y pedirás mas
-No, tú me lo rogaras a mí- y colgué sin más


Ahora era hora de jugar…

A los 25 días de su primera visita llego su traje, mande a mi compañero que le llamara y el día que dijo pasarse a por el traje yo libre adrede
Ya pensando que me lo había quitado de encima respire tranquila, porque mi compañero dijo que se fue contento y que le quedaba como un guante

Pero a los dos días estaba allí con el traje nuevo y la camisa azul cielo que le sentaba con su color de piel de locura, su pelo ligeramente cano engominado, le acompañaba en esa belleza tan varonil y elegante, tuve que intentar no abrir la boca  abobada y con toda la indiferencia que pude transmitirle le salude

-¿Algún problema con el traje?- le pregunte
-Pues…chaqueta perfecta- dijo quitándosela
-Ya veo si ¿Y?
-La camisa juzga por ti misma- le quedaba de miedo…
-La veo bien
-Pero el pantalón no es cómodo

Puse mi cara profesional ya que me preocupaba no haberlo hecho bien al tomar las medidas pertinentes y seria le dije

-¿Cuál es el problema?
-En el probador te lo diré ya que podría resultar incomodo en medio de la tienda enseñarte que el tiro del pantalón no está bien, no es ético

Se fue al probador y le seguí cerro la cortina detrás de mí, me indico la incomodidad, no vi nada fuera de lugar en la confección y así se lo dije y él contesto

-No es ahí mi incomodidad cielo observa bien

Note como se estaba excitando y su erección crecía por momentos, su sonrisa pícara me divirtió, sin duda estaba jugando y jugaríamos ambos, él podía tener 40 y yo 27 años pero sabía jugar también

-Sigo sin ver nada
-¿Quieres que te enseñe más?- respondió retándome
-¿Lo desea?
-Si mucho, lo deseo mucho no lo notas - aumentando la protuberancia en su pantalón 
-Ya pero… ¿Sabe qué? Creo que no hay nada que valga la pena ver- y salí del probador dejándole parado y sonriendo ante mi atrevimiento

Me dijo casi a gritos

-¡Cielo! Lo desearas- y volviéndome hacia él le conteste
-Me lo rogaras

Cuando salió de la tienda del probador se dirigió hacia la puerta escopeteado, creo que a ese hombre no le habían dicho que no en su vida, su ego estaba algo aturdido sin duda , pero yo lo haría al menos de momento…



Continuara…

domingo, 14 de junio de 2020

Enredame


                                             
     
   
                                                 



Hazlo con tu mirada…con esos ojos que me hacen estremecer cuando en su profundidad se asoma el deseo de repente, pidiendo su espacio…

Con tus labios al probarme, creando una lazada sentida y bella la cual tu lengua ayuda a aposentarse allí, buscando cada rincón del interior de donde salen gemidos y sentimientos que expresan pasión y amor…

Los cuales tu haces salir llegando hasta el fondo de mi alma, tocando mas allá de lo físico…

También hazlo con tus manos…recorriendo, cada centímetro de mi piel…haciendo que mi  vello femenino se erice al hacerme participe de esas caricias…

Envuélveme con tus piernas en un ardor infinito haciéndome prisionera en tu sentir, en tu deseo de entrar en mí de la forma que sea…

Quiero que seas una araña de pasión, que me quiere hacer prisionera con tus roces, con tus susurros en mi oído mientras expresas lo que sale de ti al sentirme contigo…adhiéreme en tu telaraña cálida y dulce…

Hasta tu aliento me liara…lo notare lo sentiré, lo haré mío, es dulce, es fresco…es mucho mas…porque es tuyo…

Tus palabras me envolverán en esos instantes en el que mi mundo se confunde en unas sensaciones que me hacen renacer porque…TU me haces renacer…con cada palabra que entra en mi mente, quisiera inventar nuevos adjetivos para definirlas mas no los encuentro es muy grande lo que siento….


Te lo pido con mi mirada…con mis gestos…te lo pido con mis besos…con mis sensaciones…no dejes de hacerlo nunca….es mi alimento…

Si ya lo sabes…es lo que deseo… ¡ENREDAME!

El Placer de Observarte






Si,  ahora nuestro momento es fantástico, aquella época fue fascinante que suerte tuvimos de vivirla de ese modo y lo mejor de todo es que parece muy cercana aun a pesar de haber pasado algunos años.
No todo el mundo tiene la suerte que tuvimos nosotros que antes de ser pareja fuimos amantes furtivos con todo lo que conlleva, noches de pasión, riesgo, lujuria, ansia de devorarnos y de vivir el momento sin más, sin pensar en el futuro y mientras creciendo no solo nuestra pasión si no un amor que hoy en día vivimos minuto a minuto y que afianza la base firme que disfrutamos como pareja.

Ese fin de semana podía ser como otros que vivimos pero hacia ya casi dos meses que no habíamos podido quedar y el deseo acumulado se notaba, estábamos especialmente sensibles, cada vez se hacía más difícil estar alejados, las circunstancias en nuestra vida diaria iban más lentas de lo que queríamos y ese momento de estar juntos para siempre parecía que no iba a llegar nunca.

Desde las diez de la mañana que nos habíamos encontrado en aquella habitación de hotel no habíamos dejado de besarnos, acariciarnos y sentirnos.

Nos habíamos amado ya dos veces la primera con lujuria, desenfreno y una necesidad apremiante, la que da la ansiedad de la lejanía y del deseo acumulado. Sus manos buscaban, acariciaban, pellizcaban mis senos, mis caderas, todo mi cuerpo.

Su boca era utilizaba de diversas formas placenteras y sexuales, besaba, mordisqueaba y lamia cada centímetro que se encontraba en su recorrido por mí.
Ya en la cama la pasión se desbordo de tal modo que dejo salir a su dragón, era todo manos, lengua, labios, cada parte de él era utilizada para darme placer, su forma de amarme era intensa y fuerte, me poseía de una forma tal que era lujurioso, primitivo, no era un momento de dulzura solo de pasión tal cual básica y directa.

Eso hacía que mi sexo húmedo se preparara con premura para recibirle, esta vez no lo preparo con sus caricias, su erotismo y mi mente lo hicieron estaba preparada para Marco, me puse a cuatro y apoyada con las manos en el cabecero de la cama comenzó a embestirme como jamás lo había hecho y lo que más me sorprendió es que yo le pedía mas y mas fuerza, deseaba que entrara todo él con cada penetración, nuestras respiraciones, gemidos, los golpes del cabecero en la pared con cada embestida recibida, nos hicieron adentrarnos en un mundo de dos sin igual en el cual un orgasmo al unisonó fue el colofón de nuestro deseo.

Nos tumbamos boca abajo uno al lado del otro, recuperando el aliento nos mirábamos y sonreíamos, ahora así éramos conscientes de la invasión de lujuria y pasión que habíamos vivido hacia unos minutos.

No sé cuanto dormiríamos porque cuando estábamos juntos esos fines de semana tan nuestros y especiales el tiempo se paraba, el reloj no nos importaba, nuestras vidas diarias ya no contaban, dejaba de ser esposa y madre para ser solo  su amante.

Pero me desperté con una sensación de cariño en mi piel, pequeños y suaves besos recorrían mi rostro, bajaban por el cuello e iban acompañados de caricias tan delicadas que apenas las sentía en mi piel solo roces.

Me pidió que no abriera los ojos que solo sintiera como me iba hacer el amor en toda la extensión de la palabra, podía notar cada caricia de una forma muy diferente, esta vez no era lujuria era amor.
Sus labios gruesos y mullidos morreaban los míos buscando cada curva, les atrapaba jugando a mordisquearlos muy suavemente, esta vez no entraba en el juego su lengua lasciva como antes, esta vez era pura delicadeza que me excitaba si cabe más intensamente que antes.

Cuando empezó su recorrido por mi cuerpo creí enloquecer a pesar de haber tenido varios amantes en mi vida él era mi maestro amante,  le gustaba el sexo tantrico y era lo que estaba haciendo basarse en las sensaciones y el placer.

Solo deseaba que yo recibiera y así lo hizo, se dedico a mi en cuerpo y alma, yo le respondí con cada gemido y respiración intensa, controlando mi ansiedad para no echar a perder el momento.
Fui suya y me entregue como si esa fuera la última vez, su lengua me recorría suave y cálida en mis senos, vientre y sexo…

Ahí se explayo por completo, sentía cada lamida como recorría cada rincón del clítoris, como jugaba con el laberinto buscando mi botón de placer, lo ansiaba dulcemente para después penetrarme cual falo con su lengua, era suave y delicioso pero también muy sensual.

Aguante lo que pude humedecida al máximo, dilatada hasta tal punto que podían entrar varios dedos dentro de mí, cuando ya no pude más me derrame en su boca entre gemidos demasiado altos.
Le pedí que me besara necesitaba saborear de sus labios mi placer y con ese sabor en mi boca me quede mientras le vi alejarse hacia la puerta del cuarto de baño.

Se volvió hacia a mí y su mirada de ojos verdes achinados me paro casi el corazón como hacia siempre, su sonrisa esta vez amplia que mostraba muy poco debido a su timidez era toda mía le embellecía el rostro y dejaba ver al verdadero Marco ese del cual estaba enamorada hasta lo mas profundo de mi ser.

El tiempo se paro mientras le vi avanzar hacia allí, mi mente quería retener su figura, me acomode perpendicularmente en la cama estirada boca abajo, la cabeza apoyada en mi mano y el codo posado en el colchón, en esa posición le veía perfectamente al dejar la puerta abierta.

En el hilo musical comenzó a sonar una melodía muy singular de un intérprete que me fascinaba muy adecuada para el momento titulada “Delfin” sonreí

(A partir de aquí si lo deseas lee con la música de fondo la intensidad de la lectura sera mayor...)







Toots Thielemans

Se disponía a ducharse, no hubo ropa que quitar porque ya llego allí desnudo, mmm como me gustaba verle así, tenía un cuerpo muy bonito, siendo deportista tenía el punto justo de musculación tremendamente masculino.

Entro en la bañera que tenía una mampara de media hoja que me permitía verle, abrió el grifo y el agua empezó a caer…

No podía quitar mis ojos de él, mi mirada le recorría de tal manera que casi podía sentir el tacto de su piel.

Cuando el agua empezó a recorrer su cuerpo suspire, mi aliento ya era solo suyo se lo había regalado en ese instante, decidí ser el agua que le recorría y sentir cada centímetro de su piel,  esas gotas que comenzaban por su cabeza serian las portadoras de mis sentimientos al recorrer todo su cuerpo al verle en ese momento tan personal, necesitaba ser parte de él como ellas lo eran las envidie y tenia celos del agua.

Adore su cuerpo en ese instante pero casi mas su alma porque sabía que eso era dedicado a mí y aunque la pasión quería ser la protagonista, su alma estaba ahí luchando por su lugar porque era un regalo para mi persona, para mi mirada, para mi sentir y cuando se regala de tal modo solo se hace con el alma por eso lo sabía.

El agua era la afortunada pero por su rostro y en ese momento por su mirada hacía a mi supe que nada ocuparía mi lugar, ella era un simple instrumento pero sus  ojos buscaban los míos en la distancia, sus labios con sus sensuales movimientos expresaban con palabras mudas el deseo de que le acompañara.
Pero yo estaría en la distancia tan lejos y tan cerca a la vez.

Y cuando entendió que solo observaría ante mi negativa con la cabeza sonriendo pícaramente, comenzó su ducha y mi yo recorrido por él…

El agua y yo comenzamos a sentirle en nuestro recorrido, un chorro desde su cabeza repartía las sensaciones por vivir, nos expandíamos por Marco, bajábamos mojando sus bonitas pestañas, pasando por su nariz, nos demorábamos en sus labios mullidos y gruesos que tan bien besaban, incluso nos colábamos en la boca sintiendo esa lengua que tanto hacia sentir que podía ser lasciva y dulce a la vez.

Pasábamos por la barbilla demorándonos en el hueco exquisito debajo del labio inferior que tanto me gustaba besar, esa curvatura que a veces lamia en momentos de pasión, seguíamos hacia la nuez un toque varonil por excelencia que dibujaba una suave línea invisible en el cual la tinta mágica era el agua y yo convertida en la escritura sobre el dejando un mensaje de sensaciones.

Nos expandíamos en multitud de ellas hacia esa clavícula que adoraba, amplia y marcada, a ese torso fuerte y duro el cual conocía muy bien porque con su fuerza cuando estaba encima de mí amándome sentía su dureza y también me reconfortaba cuando me apoyaba en el en momentos de ansiedad.

Y llegábamos mas allá, por sus brazos fuertes y sus manos agiles en sus caricias, para acabar en unos dedos los cuales cada milímetro de ellos eran conducto de sensaciones diversas y maestros en buscar mi placer cuando ahondaban en mi sexo.

Cada chorro de agua nos hacia crecer y yo me multiplicaba con esas gotas no daba a basto en mi sentir, ya que sus brazos al doblase me hicieron volver a la parte delantera de su cuerpo, caía hacia su cadera que tan bien sabia mover en sus profundas penetraciones, recorriendo ese triangulo perfecto que tanto me gustaba acariciarle el cual precedía a un pubis semi depilado muy excitante.

Yo sabía dónde iba después y ansiaba llegar a esa parte de mi amado pero él como queriéndome hacer sufrir, como si supiera que en ese instante yo era las gotas de agua que le recorrían, se giro de espaldas y ese chorro cayo por su espalda y yo también, sentí su forma y, sus curvas, seguía el conducto maravilloso que iba a una parte que me fascina de mi hombre su culo, era un vaivén en él, una forma perfecta y mullida.

Era mi montaña rusa mojada particular y me transportaban a unas largas piernas torneadas y fuertes por el ejercicio diario para acabar en los pies.

Decepcionada pensé que no podría recorrer su zona de placer, pero entonces él se volvió y me miro sin saber que en realidad estaba mas cerca de el de lo que pensaba y conduciendo el chorro hacia allí inundo esa zona especial entonces yo ya no fui gotas, fui un chorro intenso que recorría cada milímetro de su pene, en principio de golpe y rápido pero cuando me disperse en pequeñas gotas me demoraba en recovecos especiales y personales disfrutando el momento, de repente el agua ceso, pero yo me quede allí sola sin mi compañera de viaje el agua, aparcada en su sexo y dividida en pequeñas gotas que acotaban esa zona muy mía y entonces le sentí mas que nunca.

Le mire y era pasión, era fuego debajo del agua que hacia arder esas gotas en las que me convertí por unos instantes, porque el deseo estaba anulando mi razón, porque debajo de esas sensaciones había algo tan sencillo como es el amor que fluye  con cualquier mínimo detalle.

Ya no tenía celos del agua porque yo era su invitada, solo me dio paso a mí en esa experiencia porque ese efecto que él producía en mi era mutuo.

Ayelen