Desde que entre en aquel despacho con mi traje de chaqueta
de sastre azul marino de minifalda lo supe, lo note en tu mirada, ojos verdes,
pero rizado con entradas, alto y fuerte, unos labios carnosos y algo que me fascina
en un hombre un hoyito marcado en la barbilla, también supe que si era capaz de
convencerte en esa entrevista a ti y tu al que había a tu lado el puesto era
mío.
Tú me confirmaste después que tuviste que convencerle que mi
aspecto de leona con melenaza rizada hasta la cintura no quitaba que mi
curriculum era impecable y que como vendedora de mobiliario de lujo me saldría
en las ventas, tu lo sabías y el no, pero se lo demostré siendo su primera
vendedora y su ojo derecho después.
Pero ahora tus sabias algo más, que si no me hubieras
contratado esa noche no habría ocurrido lo que ocurrió, una sola noche que
quedara en nuestro recuerdo para siempre en aquella cena de empresa
Ya llevábamos meses trabajando juntos, correctos ante todo,
algunas miradas robadas, buen rollo, buen humor y una sinceridad desbordante,
al mes yo me sabía tu vida y tú la mía, ambos con pareja estable.
Tu 12 años con la tuya yo 4 años con el mío, aunque tu
seguiste con ella más tiempo aun después de aquello que ocurrió yo corte dos
meses antes de que pasara lo nuestro, harta de costumbre y de ahogos necesitaba
recuperar mi vida, me admiraste por tomar la decisión lo sé y yo a ti porque me
tomaste como ejemplo y un año después la tomarías tu pero ya era tarde para
ambos, yo había cambiado mi vida aunque aquella noche ya no nos la quitaría
nadie
Esas Navidades venían a promocionar a nuestra tienda unos
vendedores franceses con los cuales teníamos un convenio de ventas, nos tenían
que enseñar unas técnicas europeas muy novedosas que nos ayudarían mucho ya que
con ello nuestras tiendas serian punteras en el mercado e innovadoras.
Una de las vendedoras era impresionante, melenaza rubia hasta la cintura, ojos azules, un tipazo de escándalo ella
enseguida te echo el ojo, típico morenazo español se le caía algo más que el
tanga por ti, eso lo sé.
Yo sencillamente os observaba sin más, además como ella me
comento un día, tú le gustabas tanto como yo, así que cualquiera de los dos le
hubiéramos servido para ser su aventura española, pero ninguno de los dos lo
fuimos, porque la aventura la vivimos solo tú y yo en aquella ocasión.
Y ese día llego…
Habías reservado en un Restaurante Argentino que tenia
variedades y espectáculo mientras los comensales degustaban su cena, estaba en
el centro de Madrid en la Calle de La Bola
con lo cual el aparcamiento estaba imposible y claro llegue en mi coche algo
después que vosotros.
Cuando llegue ya estabais sentados todos así que el corte
fue mayúsculo, ya que un
-
¡Mira, ya
llego por fin! - de la gritona de turno
Hizo que no solo vosotros me
mirarais sino también algunas mesas que ya tenían a los borrachos de esa noche
soltando improperios cuando pase cerca de su mesa camino a la nuestra.
Tú te levantaste avanzando hacia a mí y cogiéndome del brazo
de una forma educada pero con el agarre algo más intenso de lo habitual a modo
de protección me guiaste hacia nuestra mesa acallando el aullido de los cuatro faltones
del restaurante.
No pude evitarlo te mire a los ojos, tu mirada intensa, tu
sonrisa de medio lado me hizo estremecer, un pequeño vuelco mezcla de vergüenza
y no sé qué…me puso algo nerviosa.
Pero más aun cuando al darme los dos besos de saludo en la
mejilla, tú el hombre callado y respetuoso de la novia eterna en su vida, me
dijo casi en un susurro.
- Hoy te
veo y te siento como siempre he deseado hacerlo.
No solo esas palabras, el susurro y el aliento tan cercano a
mi cuello tan cálido hizo que un escalofrió me recorriera de pies a cabeza.
Desde ese mismo instante supe que esa noche seria
inolvidable…
Éramos seis comensales la mesa estaba distribuida dos en los
extremos y dos a cada lateral de la misma, me acompañaste a un extremo en el
otro estabas tú, sin duda elegiste la colocación estratégicamente ahora lo sé
para tenerme enfrente de ti toda la noche.
Siempre pensé que el mejor lugar para conquistar en una cena
es colocarse enfrente del que deseas conquistar en los laterales de la mesa o
al lado, eso sin duda invita a veces a juguetear por debajo de la mesa, tocar,
rozar, jugar, pero tú no, tú querías jugar con algo que me gusta, que me
fascina, con la mirada.
La cual seduce a veces mucho más que un roce porque la
mirada lo dice todo, los ojos pueden describir perfectamente los pensamientos.
En la tuya ese día pude ver mucho, sensaciones diversas e intensas
que me hacían ruborizar, menos mal que la penumbra del local y ese juego de
focos estratégicamente colocados para dar ese toque íntimo escondían mi rubor.
La cena se desarrollo amena, con una ambiente grato y
encantador, nunca había estado tan a gusto en una cena de empresa. Ya sabes
cómo soy, dicharachera, habladora, siempre con una sonrisa en la boca, me abro
con facilidad a los demás, sobre todo cuando estoy a gusto y me siento bien.
Me gustaba porque éramos todos vendedores ahí solo estabas
tú como jefe más directo, con tus vaqueros y camisa negros, la oscuridad de tu
indumentaria hacia resaltar esos ojos verdes que tanto me gustaban y que por
momentos notaba como cada vez mas buscaban los míos.
Y llegan los temas picarescos, bueno sabes cómo soy muy
ambigua me gusta jugar con la picaresca y las palabras, sé que eso te encanta y
a los demás también, pero tenía una
rival esa noche Natalie, ella y su
impresionante melena rubia, cada palabra que decía, cada gesto que hacía era
para llamar tu atención, su mano posada en la tuya con disimulo, sonrisa
perfecta, bueno he de reconocer que algo me molestaba pero en fin no eras
mío….aun.
Pensé que te enrollarías con ella, bueno algo te llamaba la
atención eso lo sabía lo habíamos comentado con lo cual no me sorprendería, era
mejor con ella que con otra ya que ella se marcharía en unos días y jamás la
volverías a ver, nunca te perjudicaría
en tu relación estable y aburrida como tú la llamabas.
Por ello decidí poner tierra por medio, comencé hablar con
el vendedor francés que era un encanto y muy divertido, evadiendo tu mirada
pero cuando de soslayo la veía, también observe crecer una mirada diferente en
ti de molestia y que decir que me gusto.
En un momento dado ya sabes bebemos algo de vino y empezamos
acercarnos a otros en la mesa cambiando sitios, ella se acercaba a ti y tú te
alejabas de ella acercándote a mí, yo en mi puesto observaba y me divertía esa
situación.
Ver que te acercabas de silla en silla parecía un juego
encantador que me divertía muchísimo, pero también cuando acortabas esa
distancia me daba un vuelco.
Y te sentaste tan cerca que me hablaste al oído, retiraste
con delicadeza mi cabello, para decirme que estaba muy guapa, que según
avanzaba la noche estabas sacando valentía para hacer algo que deseabas…
No sabía cómo reaccionar, pero me daba cuenta que había un
deseo oculto en mi que hasta ese instante no quise ver.
De repente una pareja tomaba posiciones para iniciar un
espectáculo de baile en una pequeña pista de madera en la parte central del
comedor, las mesas estaban alrededor estratégicamente colocadas para ver el espectáculo
y como no el baile era un tango.
Con lo cual cuando casi tus labios rozaron mi cuello al
decirme esas cosas, como un resorte me levante disculpándome cogí el bolso y me
fui al aseo
En cuanto entre pude observar que el corazón estaba
acelerado, un hilillo brillante en mi piel recorría el canalillo de mi escote.
Y no solo eso, algo dentro de mí un furor interno en lo más
íntimo casi me hizo humedecer.
Me moje el cuello, me retoque el maquillaje y salí…
La música comenzaba a sonar…y era mi tango favorito
(A partir de aquí si lo deseas lee con la música de fondo la intensidad de la lectura sera mayor...)
Allí en ese pasillo estrecho estabas tú en la puerta
sonriendo, entre divertido e inocente, era una deliciosa mezcla que me hizo
sonreír también, sin decir nada me llevaste por ese estrecho pasillo tirando de
mi mano y al fondo casi en la oscuridad estaba un cubículo pequeño a modo de
cabina entramos y cerramos la puerta, la
luz tenue por falta de alguna bombilla.
El cristal del mismo era algo biselado hacia que la imagen
de los que allí se encontraran fuera borrosa. El espacio angosto disponía de una
balda de madera a modo de estantería en
el cual había posado un teléfono muy antiguo sin duda haciendo juego con la decoración
de local
Apenas cabíamos, pero eso hacía que nuestros cuerpos estuvieran
muy cerca…
Sin más me miraste de una forma penetrante y vi avanzar
hacia a mi es hoyuelo de tu barbilla, entonces me deje hacer, quería sentir tus
labios en los míos, carnosos, disfrutar de ellos como sabia en ese momento que
siempre desee.
Tus manos actuaban ya sobre mí, acariciando mis mejillas
retirando mi pelo a un lado, pasaste a mi cuello pequeños besos le recorrían
arriba y abajo, la punta de tu lengua lamia suavemente y tú aliento…. Tu
aliento cálido erizaba mi piel.
Estaba siendo conquistada de una forma deliciosa, tenias un
mundo de sensaciones dentro de ti y me lo regalabas, besos, caricias, era algo
muy especial.
Me apoyaste en la pared de madera, tu cuerpo impedía que
pudieran abrir la puerta, tus manos actuaron bajándome la chaqueta hacia atrás
por los hombros, les besaste y con tus dientes bajaste la fina hombrera de mi
top, la cual cayo con facilidad, sacaste la manga dejándome media chaqueta puesta yo necesitaba
los dos brazos quería abrazarte, tocarte, rozarte…me deshice de la otra manga y
esta cayó al suelo.
Con tus manos bajaste el otro tirante, besaste de nuevo ambos hombros pero esta vez
bajaste algo mas por mi canalillo, rozaste con tus labios y tu lengua de nuevo
lamio, colándose por el filo del escote, buscando…
Pero fueron tus manos las que actuaron con delicadeza
bajaste el top, sacaste mis senos fuera de él y jugaste, para ese momento mis
pezones ya reaccionaron de repente la dulzura desapareció surgiendo una pasión
como una explosión, lamiste y a la vez
acariciabas muy intensamente mis pechos, devorabas, gemidos ahogados salían de
mi boca.
Hubiera deseado que estuviéramos solos allí y que me
poseyeras en ese mismo instante apasionado dejándonos llevar.
Yo deseaba participar, necesitaba saber si tu miembro reaccionaba y te toque estaba duro,
eso me excita mucho ver cómo crece debajo del pantalón, como las sensaciones lo
hacen crecer.
Todo se desbordo en un momento, mis manos, tus manos, tocaban,
palpaban, registraban cada palmo de nuestro cuerpo.
Me levantaste la falda que era corta y tableada de fácil
acceso y descubriste que ya en ese momento mi humedad era exagerada, gemiste y rozaste,
después metiste tus dedos dentro de mi braguita y con maestría empezaban
actuar, acariciabas mi botón de placer empapado de una forma intensa lo
suficiente para que me excitara aún más, lento primero después más aprisa, en
ese momento gemía, un tango de fondo sonaba, era erótico, sensual y muy
sensitivo todo.
Yo te desabroche el pantalón, tu falo salió disparado
erguido, era de un tamaño considerable, más de lo que creía, me excito
muchísimo verlo, tú me giraste entonces casi sin darme tiempo acariciarlo.
De espaldas a ti me rozaste por detrás, separe las piernas
deseaba más aun que me hubieras penetrado ahí mismo, quería dejarme llevar,
pero tú solo me rozabas con la punta de tu miembro, jugando a excitarme, yo
notaba como mi centro se abría, se dilataba aún más…
El acceso a mi sexo era prohibido un muro de encaje frenaba
la pasión, pero para ti no hubo problema mirándome a los ojos pidiéndome permiso
y yo dándotelo con un gesto de cabeza, agarrando la tira del tanga la rompiste,
dejando paso al deseo y su ejecución
La punta de tu miembro jugaba y por unos segundos se
introdujo en mí, gemí más alto, apenas unas penetraciones por el miedo a ser
descubiertos me tapaste la boca con tu
mano, la cual mordisquee justo antes de llegar al orgasmo, no me dejaste hablar
tan solo me dijiste.
- Hoy es
nuestra noche no hay prisa, quizás solo sea esta pero sé que será inolvidable.
La música ceso, aplausos…el tango acabo pero entre
nosotros solo era el comienzo de una velada que algún día contare…
Ayelen
...Pues esperaremos a esa segunda parte del tango, que ha empezado al compás de prometedores acordes...!
ResponderEliminarUn relato muy bien construido que anima a seguir leyendo..!
Hasta pronto, espero!
Me alegra mucho que te haya gustado, en en ello estoy algún día lo contare
ResponderEliminarGracias por el comentario y por pasarte
Saludos